martes, 17 de diciembre de 2019

¿Quién dijo miedo?



Resultado de imagen de mimulo

La primera vez que oí hablar de las flores de Bach fue a través de una de mis primas, N---- L---- U----, le contó a mi hermana que las estaba tomando y parecía que la iban muy bien, mi hermana intentaba ser madre y no se quedaba embarazada, yo..., pues no sabía para que pero nos decidimos ir y ver qué pasaba. Esto debía ser en el año 1992 más o menos.
Recuerdo que era una pareja la que nos hacia los preparados (Mª Fe y Jesús), me tumbaron en una camilla y me colocaron los frasquitos con las esencias florales sobre mí, empezaron a testarlas con un péndulo (creo recordar) y cuando acabaron me dijeron: te ha salido Mímulo para el miedo, y otras que la verdad no recuerdo, ¿miedo? ¿a qué? Pensé yo, nunca había tenido miedo (o claro no era consciente de él) no me tenía por una persona miedosa, bueno un poco a los espíritus y cosas así, pero el tipo de miedo del que ellos me hablaban… No, rotundamente NO, yo era una persona muy decidida, confiada, que no me achantaba ante nada (de hecho amigos me dicen que soy un poco kamikaze) y en mi casa se reían de mi porque desde pequeña yo decía que podía hacer cualquier cosa que veía en la tele (trapecistas, equilibristas, etc.) y siempre pensé que lo que hace otra persona lo puede hacer cualquiera (unos mejor o peor, claro también depende de las habilidades de cada uno).
Pero aunque en aquel momento no lo viera, resulto que estaba llena de miedos, no miedo como lo entendía hasta entonces, miedos que fueron saliendo poco a poco después de tomar ese preparado, que fue el detonante para que mi vida empezara a cambiar.
Escribiendo esto me doy cuenta de lo agradecida que estoy a mi prima y a mi hermana, porque gracias a ellas tomé esas esencias que hicieron de mí la persona que soy ahora. Es más voy a escribirlas ahora para hacérselo saber.
Claro que había muchos miedos en mi vida, y aún hoy sigue habiendo, pero por ello me valoro aún más, pues sé que soy valiente porque me enfrento a ellos (a todos los que puedo).
Recuperé el valor para expresarme y decir lo que pienso, a recuperar mi vida, mi propia vida, no conformarme con ser la madre de… la hija de… la mujer de… a ser Conchi una mujer con ganas de hacer cosas por sí misma, de encontrar mi camino, de buscarme y de encontrarme.
Claro esto no sucedía así, sin más, por tomar una esencia, no, pero fue lo que me hizo tomar ese impulso y cambiar mi vibración para que en mi vida aparecieran las personas adecuadas para que este cambio ocurriera.
Empecé a trabajar buscando mi independencia económica y a partir de ese momento todo comenzó a cambiar.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Flores de Bach