La primera vez que oí hablar de las flores de Bach fue a
través de una de mis primas, N---- L---- U----, le contó a mi hermana que las estaba tomando y parecía que la iban muy bien, mi hermana intentaba ser
madre y no se quedaba embarazada, yo..., pues no sabía para que pero nos decidimos
ir y ver qué pasaba. Esto debía ser en el año 1992 más o menos.
Recuerdo que era una pareja la que nos hacia los preparados
(Mª Fe y Jesús), me tumbaron en una camilla y me colocaron los frasquitos con
las esencias florales sobre mí, empezaron a testarlas con un péndulo (creo
recordar) y cuando acabaron me dijeron: te ha salido Mímulo para el miedo, y
otras que la verdad no recuerdo, ¿miedo? ¿a qué? Pensé yo, nunca había tenido
miedo (o claro no era consciente de él) no me tenía por una persona miedosa,
bueno un poco a los espíritus y cosas así, pero el tipo de miedo del que ellos
me hablaban… No, rotundamente NO, yo era una persona muy decidida, confiada,
que no me achantaba ante nada (de hecho amigos me dicen que soy un poco
kamikaze) y en mi casa se reían de mi porque desde pequeña yo decía que podía
hacer cualquier cosa que veía en la tele (trapecistas, equilibristas, etc.) y
siempre pensé que lo que hace otra persona lo puede hacer cualquiera (unos
mejor o peor, claro también depende de las habilidades de cada uno).
Pero aunque en aquel momento no lo viera, resulto que estaba
llena de miedos, no miedo como lo entendía hasta entonces, miedos que fueron
saliendo poco a poco después de tomar ese preparado, que fue el detonante para
que mi vida empezara a cambiar.
Escribiendo esto me doy cuenta de lo agradecida que estoy a
mi prima y a mi hermana, porque gracias a ellas tomé esas esencias que hicieron
de mí la persona que soy ahora. Es más voy a escribirlas ahora para hacérselo
saber.
Claro que había muchos miedos en mi vida, y aún hoy sigue
habiendo, pero por ello me valoro aún más, pues sé que soy valiente porque me
enfrento a ellos (a todos los que puedo).
Recuperé el valor para expresarme y decir lo que pienso, a
recuperar mi vida, mi propia vida, no conformarme con ser la madre de… la hija
de… la mujer de… a ser Conchi una mujer con ganas de hacer cosas por sí misma,
de encontrar mi camino, de buscarme y de encontrarme.
Claro esto no sucedía así, sin más, por tomar una esencia,
no, pero fue lo que me hizo tomar ese impulso y cambiar mi vibración para que
en mi vida aparecieran las personas adecuadas para que este cambio ocurriera.
Empecé a trabajar buscando mi independencia económica y a
partir de ese momento todo comenzó a cambiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario